Liderazgo de marketing narcisista o liderazgo humanista: Una reflexión desde las trincheras
Llevo muchísimos años observando cómo los departamentos de marketing se transforman o se destruyen según quién los lidere. No es una exageración: he visto equipos brillantes marchitarse bajo el peso de egos desmedidos y otros florecer bajo el calor de la empatía genuina. Esta dualidad me ha llevado a reflexionar profundamente sobre cómo el estilo de liderazgo moldea no solo los resultados, sino la esencia misma de nuestros equipos.
Las heridas del narcisismo
Todos conocemos a ese tipo de líder. El que transforma cada éxito colectivo en una medalla personal, el que ahoga la innovación bajo el peso de su «visión única». No hablo de oídas; he estado allí, he visto cómo las ideas mueren antes de nacer porque no encajan con la «brillante estrategia» de quien dirige. He presenciado cómo equipos enteros pierden su chispa creativa, ahogados por el miedo a proponer algo que contradiga la visión del líder.
La luz del humanismo
En el otro extremo, he tenido el privilegio de trabajar con líderes que entienden que el marketing es, en su núcleo, una disciplina profundamente humana. Son aquellos que:
- Construyen desde la escucha activa
- Potencian el talento individual para el éxito colectivo
- Celebran la diversidad de pensamiento
- Transforman los errores en aprendizaje compartido
Y no, no son líderes blandos ni poco ambiciosos. Al contrario, suelen conseguir resultados más sólidos y duraderos porque comprenden que el marketing efectivo nace de la autenticidad y las conexiones genuinas.
La verdad que nos interpela
Seamos honestos: todos albergamos cierto narcisismo. En un sector donde la creatividad y el reconocimiento van de la mano, resulta tentador caer en la trampa del ego. La diferencia reside en reconocerlo y elegir conscientemente un camino distinto.
He cometido mis propios errores. También yo he caído en la tentación de imponer mi visión por encima de la inteligencia colectiva del equipo. Cada tropiezo me ha enseñado que el marketing más efectivo surge cuando creamos espacio para que florezcan todas las voces.
El cambio que define el futuro
El marketing está evolucionando hacia algo más profundo que métricas y conversiones. Los consumidores buscan autenticidad, propósito, conexiones verdaderas. ¿Cómo podemos ofrecerles esto si nuestro liderazgo carece de estas mismas cualidades?
No se trata de elegir entre resultados y humanidad. Los mejores líderes que he conocido son precisamente aquellos que entienden que ambos aspectos se potencian mutuamente.
Un horizonte más humano
Cuando observo el futuro del marketing, vislumbro un camino más colaborativo y auténtico. No por seguir una tendencia, sino porque es la única forma sostenible de crear valor real. La pregunta principal ya no es «¿cómo destaco yo?», sino «¿cómo creamos valor juntos?».
Una invitación personal
Te propongo un ejercicio de reflexión sincera:
- ¿Cuántas ideas brillantes se han perdido en tu equipo por miedo al qué dirán?
- ¿Cuántas oportunidades de innovación se han desvanecido por privilegiar una única voz?
- ¿Qué tipo de líder aspiras a ser o tener a tu lado?
El futuro del marketing no está reservado a los egos deslumbrantes, sino a aquellos que se atreven a liderar desde la autenticidad y la empatía. Es hora de preguntarnos qué huella queremos dejar en nuestros equipos y en nuestra profesión.
Imagen de portada:Andriyko Podilnyk en Unsplash